lunes, 8 de diciembre de 2014

Volando...

... se pasa la vida.

He de decir que a diferencia del común de los mortales, me encanta montar en avión. 

Quizás porque no haya tenido un buen susto, pero hasta la fecha, lejos de causarme miedo, me hace sentir especial. 

Eliminando esperas, cargas de peso, semidesnudos y toda la parafernalia que supone acceder al asiento, aún sigo viendo esta experiencia como algo maravilloso.

De repente dejar la cotidianeidad y ver la ciudad a lo lejos, desde arriba, en pequeñito. Bonita forma de relativizar.

Surcar sobre una preciosa manta de nubes blancas, ver un sol radiante brillar, sentir el calor puro de los rayos que aún no alcanzan las calles. Eso me hace vibrar.

Expectante por lo que el destino me depare. Dirigirme hasta otros entornos. Hacerme sentir diferente. Bonita forma de soñar.

Y es que no hay nada como disfrutar del camino. Es mi secreto de la felicidad.

sábado, 8 de noviembre de 2014

Empecé a ser feliz

Empecé a ser feliz el día que aprendí a priorizar, a seleccionar, a renunciar a cosas sin malos gestos ni palabras.

Empecé a ser feliz el día que recordé que quejarse y criticar no aporta y dejé de llevarme por esa marea fácil.

Empecé a ser feliz el día que descubrí que no hay nada de lo que arrepentirse, que lo malo no es tan malo y te hace crecer, que dar la vuelta a la tortilla es posible y maravilloso.

Empecé a ser feliz el día que aprendí a respetarme, a mi cuerpo, a mi mente, a confiar en mis valores y mi forma de ver la vida.

Empecé a ser feliz el día que aprendí a ser más tolerante, a comprender mejor y a respetar más, a tener siempre mi mejor sonrisa para dedicar.

Empecé a ser feliz el día que recordé que ayudar y dar lo mejor de mí daba sentido a mi vida y lo hice más consciente y satisfecha.

Empece a ser feliz cuando aprendí a ser más humilde, y descubrí que despojarme de cosas materiales me hacía libre.

Empecé a ser feliz el día que dejé de compararme y empecé a vivir mi vida en nombre propio.

Empecé a ser feliz el día que descubrí que ni yo ni la vida es perfecta, y que no tenía que esperar a que eso llegara.

Empecé a ser feliz el día que aprendí a valorar cada instante con intensidad y a dar las gracias por ello.

Empecé a ser feliz un día llamado hoy, sin esperar a mañana.

lunes, 1 de septiembre de 2014

Dejarse llevar...

... sentir. Soñar. Ser humilde. Crecer. Valorar.

Sonreír. Aprender. Descubrir. Crear.

Aceptar la vida como viene. Dar lo mejor de sí mismo. Ayudar.

No tener miedo. Superarse. Avanzar.

Hacer de cada día un regalo. Ilusionarse. Vibrar.

Tan sencillo y tan complejo como la esencia extraer. Buscar en el interior. Simplificar.

... Solo así entiendo la vida... la clave... la piedra angular.