domingo, 5 de abril de 2020

Tiempo

Resulta realmente interesante observar todo lo que, a consecuencia de la pandemia mundial que estamos sufriendo, está sucediendo a nivel social.

Serán múltiples los estudios posteriores. Durante décadas se hablará de las repercusiones, cambiará y ya ha cambiado el curso de la historia de este siglo.

Quien sabe si es sólo el principio de una nueva era, y a lo largo de nuestras vidas lo volvemos a vivir. 

A nivel personal, quizás chocante, masoquista, pero en cierta medida, estoy feliz. Ni que decir tiene que para nada me gusta ver el sufrimiento, sentir la impotencia de la falta de recursos en los profesionales sanitarios, no abrazar a mi familia y amigos, no poder seguir a mis pacientes, de los que me acuerdo mucho y echo de menos, o ver como se destruye la economía mundial, y en especial, de nuestro país.

Pero tengo una sensación de orgullo y superación respecto a mí misma que me hace ver que todo este largo camino sirvió. No siento ansiedad por no poder estar en otro lugar, ni con otras personas. Siento aceptación, calma y motivación por buscar lo mejor.

No sólo me he dado cuenta de que estar sola en casa, sino que estoy feliz, en paz. Me siento acompañada y plena. Mi energía es realmente de dentro afuera, y no al revés. Eso que aprendí hace años atrás y poco a poco aprendí muy bien a experimentar.

Además, al contrario de lo que cabría esperar, siento ganas de superarme, hacer todo aquello que nunca tengo tiempo de hacer para mí misma, y para los demás. Cuidarme, redirigir hábitos, emplear mi energía más natural en aquello que me hace crecer. Aportar en lo que sé. Descubrirme un poco más y trabajar ciertas cosas, dejar otras atrás.

Cuánto tiempo - demasiado- llevaba esperando a tener tiempo, increíble, pero tiempo de verdad, para llegar hasta el fondo de mí. Demasiado tiempo. Era imposible parar de verdad.

No sé, es pronto para opinar, pero creo puede ser realmente un punto de partida final hacia mi máximo reto personal, mi plenitud personal. 
Sino al menos habrá servido para sentirme bien y aprender.