Sé que tengo un toque fantasioso.
Me divierte vivir la vida como una película americana. Soñar. Imaginar. Y creer que la vida es una aventura con final feliz.
Pero también soy consciente y realista. Busco la oportunidad en la dificultad. Lo importante entre la multitud. Y más que creer, me gusta crear.
Una de las ilusiones que tengo, y en las que pongo empeño en hacer que pase, es la de vivir una vida desde la verdad. Dando lo mejor y sin forzar. Dejando que las cosas fluyan y salga lo que tenga que salir. Viviendo despierta cada sensación.
Sin querer lo estoy haciendo contigo. El lado racional, impaciente y en desacuerdo, muchas veces me dice que no. Sin embargo, es un experimento. Siento que siguiendo así, sin a veces recibir en base a lo que espero o la razón dice que debo recibir, sino dando sin esperar, has pasado a entrar en una zona que me gusta.
Ese sitio bonito de mi corazón.
Ese sitio en el que quiero sin interés y sin ambición. Respeto y guardo con amor. Admiro y valoro por encima de las circunstancias. La verdad, me encanta esa sensación. Sé que es mía, subjetiva, e ilógica. Quizás es sólo porque me hace sentir bien. Pero me gusta que la gente de quien me rodeo esté aquí. Y espero que siempre permanezcas en él.
Ese sitio bonito de mi corazón.