miércoles, 8 de junio de 2016

Para Cuándo Qué

Te encuentro entre la multitud, en las caras de la gente, repito tus frases sin querer y me acuerdo de ti. Te nombro. Veo tu letra escrita y vuelvo a llorar. Qué puedo hacer...
Elegí renunciar y aún te echo de menos a diario. Dicen que depende mí y que solo es una obsesión, puede ser. Lo cierto es que te extraño y nadie llena ese vacío. Y no sé que hacer...
A veces quisiera decírtelo, otras trasladarme al futuro por una milésima de segundo por si ya te he olvidado del todo o estamos comiendo perdices. No sé...
Sí, en realidad sí lo sé, y no quiero aceptarlo. Me olvidaste. Renuncié. Para Cuando Qué....