viernes, 30 de diciembre de 2016

Un año de éxitos

Me encanta que llegue este momento, y reflexionar sobre lo vivido en los últimos 364 días. Cuando he pensado en el título del post, éste es el primero que me sugiere 2016, y que sé, representará 2017. Me gusta pensar así, y lo creo firmemente.

Éxito por haber aprendido a tomar decisiones con seguridad. 

Por respetar mis tiempos y mis valores. 

Por haber encontrado el espacio que quería y hacer de mi sitio el lugar dónde y cómo quiero estar.

Por haberme dejado aprender de las personas que han pasado en mi camino, unas entraron, otras sólo pasaron,  alguna se alejó y otra se fue del todo.  

Por creer en mí y perdonar mis errores, para focalizarlo en aprendizaje, humildad y fuerza.

Por haber superado barreras que evitan malgastar mi energía y haberla empezado a emplear en los que y lo que quiero. 

Por tener nuevas y bonitas aspiraciones, más realistas y alcanzables. 

Por hacerme más consciente. 

Por esas pruebas reconocidas y superadas. 

Por permitirme entender mejor la vida. 

Por haberme dejado empezar a disfrutar de mi plenitud como persona. 

Por el equilibrio. La paz alcanzada. Y todo el amor generado, creciente. Por hacerme mejor persona. Por todo eso, gracias 2016.
Gracias por dejarme un año más descubrir.

Me siento radiante. Feliz. Nos vemos al otro lado, en la meta de salida, en un ratito, recargando pilas para todo lo nuevo. 

Hasta siempre 2016.

miércoles, 7 de diciembre de 2016

Felicidad-es

Un año más. Ya 33. Me he convertido en una mujer. He conseguido lo primero que necesitaba para empezar a construir todo lo demás. Ser una persona feliz, sin angustias, traumas ni dependencia emocional.
Cambié el miedo por ilusión. La ansiedad por serenidad. La rabia por el perdón. Los complejos por amor.
He tenido que dejar cosas en el camino a cambio de encontrar mi verdad.
Hoy soy más realista pero más feliz y soñadora a la vez. Qué bonito es aceptar, sentir paz.
No lo cambio. Era mi destino y mi destino brillará. No sé si en pareja o en soledad, pero mi interior está lleno. No hay temor, hay calma y felicidad.
Felicidades, enhorabuena, que cumplas muchos más.

domingo, 13 de noviembre de 2016

Diario de un amor eterno

Cuando de ti se trata, a menudo creo que pierdo la razón y la cordura. Sé que no sirve de nada, y que nada volverá a ser como antes, ni parecido, pero me cobijo en el recuerdo de tu olor, tu carcajada y, a veces, tu cuerpo, y por un vago momento, disfruto.
Todo me gustaba, menos yo misma.
Siento frustración, y miedo de haberte perdido. A veces rezo porque estés bien, pero prefiero no verlo.
No estoy loca, para nada, sólo te quiero. Te quiero y te echo de menos. Y lo peor de todo, sigues ocupando ese pequeño pedestal en el que sólo cabe un te quiero. Sigo mi vida, mi paz -esa que tanto anhelaba- y yo, seguimos la búsqueda, tratando nuevos horizontes sin éxito.
Y te sigo encontrando, entre la gente, entre mis sueños.
El sentimiento morirá conmigo. Diario de un amor eterno.

domingo, 16 de octubre de 2016

El limonero de mi jardín

Casi 20 años atrás. Familia numerosa, joven, próspera y cargada de ilusiones. Una casa andaluza, grande, luminosa, nueva, con patio, terrazas y jardín.
Aunque me hacía sentir afortunada tenerlo, nunca presté especial atención a este jardín. Casi siempre hubo una palmera delante de la puerta interior, un pino enorme a la entrada, jazmines, dama de noche, que nos deleitaban las noches de verano, a veces rosas y toda una hilera de cipreses que hacían de seto para dar intimidad.
Mi abuelo, al llegar como cada sábado a la hora de la paella, siempre sin excepción se paraba a observar otro arbolito que poco llamaba la atención, para después comentar con mi padre la no evolución en su crecimiento.
Pasaron los años y ese arbolito continuaba igual, pequeño, sobreviviendo, pero sin crecer ni dar fruto alguno.
Mi padre no hace mucho decidió que esto del jardín le llevaba mucho trabajo y generaba demasiada humedad al piso inferior, así que todo el césped, los cipreses pasaron a mejor vida y decidieron ensolar dejando solamente los árboles centrales, el arbolito permaneció.

17 años después, el débil arbolito empezó misteriosamente a crecer a un ritmo llamativo y a dar lindos limones! Y es que, sencillamente, necesitaba su espacio para aguardar las raíces y expresarse.

Curioso aprendizaje. Respetar el propio espacio para crecer. Para que aunque no mueras, no te quedes estancado. Para florecer.

lunes, 8 de agosto de 2016

Respeto sí, miedo no

Esta noche me he despertado sobresaltada y no hay forma de conciliar el sueño de nuevo. Demasiado estrés, muchos frentes abiertos. Mes en el que la mayoría del mundo descansa, mi mente ebulle, creativa, rebosante de energía, discurre adecuada pero me preocupa. Calma y paciencia preciso. Debo estar tranquila, conmigo misma, eso debo.
No tengas miedo, estás poniendo en marcha todo lo aprendido, me digo. Parecía mentira, esa confianza perdida. Enhorabuena.
Cuantos años de búsqueda por evitar enfrentarme de frente hace mucho. No pasa nada, madurado y aprendido, se puede todo, y capaz soy de todo. Pero con calma.
Gané yo frente al miedo y ahora sólo le tengo respeto. Nos respetamos, nos ayudamos incluso, pero cada cual por su lado.
Trabajé duro y gané la batalla. Ahora sigue aplicando la calma. Equilibrio.

miércoles, 3 de agosto de 2016

Usar y tirar

Me retiro las gafas de sol de la cabeza bajando las escaleras del metro para ponerlas en cualquier rincón de mi bolso,  sin mirar. Las uso, a veces simplemente para sujetarme el pelo. Si las olvido en un día de sol parece casi dramático. Sin embargo, a menudo, cuando me las pongo para lo que están pensadas, me dan calor, me molestan y acabo subiendolas a modo de felpa. Como si me diese seguridad llevarlas pero poco más. Perogrulladas, ¿verdad?
Me planteo si ese es mi modus operandis con mi vida en general. No lo creo. Pero me lo advierto. Las gafas no se quejan si las maltrato, solo obtengo el deterioro de su falta de cuidado. Las personas sí. No podemos aprovechar cuando nos interesa algo y luego pretender que no repercuta.
Reflexión hacia el cambio.
A corto plazo parece bueno, ya veremos las consecuencias.
Sociedad de usar y tirar.

Pasión india

La historia llega a su fin. Se agotan las páginas del libro de una historia de amor y culturas. Exótico,  atractivo, pero arriesgado a la vez.
Anita buscó una mala salida, como la he buscado yo. Como a ella, en mi corazón siempre quedará el recuerdo de un amor loco, sin filtros, para lo bueno y para lo malo.
Dolor es lo que queda ahora, dolor y paz. Muy injusto, cobarde, expresión de una necesidad.
Para Anita ya acabó la historia,  la mía aún no. Miedo y pena. Algo más por aprender. Rezo por él y por mí, porque la vida lo ponga todo en su lugar.
Namaste dear. You didn't deserve it. Namaste.


miércoles, 20 de julio de 2016

Repasando post. Nivel superado.

Acabo de repasar en mi blog publicaciones antiguas y hay un título que me llama la atención. Falta justo un mes para que hagan cuatro años de ese post. Se titula Empieza la aventura. Curioso. Fue la primera escapada que me hice sola a Portugal justo tras haber tomado una fuerte decisión. Aún sin haberla ejecutado ya me hacía sentir esa emoción de esperanza e ilusión. Una nueva etapa de lo que buscaba yo.
Porque al final las decisiones que se toman tienen una coherencia y razón, que tiene dentro una respuesta a una profunda emoción. 
Aventura como premisa quise,  aventura sin duda logré, y sigo logrando. Sin entrar en juicios de valor, es lo que quería y tengo hoy.
Lo que nos proponemos y ejecutamos nos ha de enorgullecer. Con lo bueno y con lo malo en el fondo era necesario para ayudarnos a perseguir lo que deseamos, y sobretodo nos permitirá pasar a la siguiente pantalla para poder avanzar y aprender lo próximo que la vida nos quiere enseñar, objetivo último de nuestro paso por el globo terráqueo. Dicho queda.

Libertad

Durante mucho tiempo he promulgado mi sed de libertad.
¿Rebeldía? ¿Intransigencia? ¿Cuál es la razón lógica de ese ansia que me cegaba y me lanzaba a tomar decisiones?
Como creo que responder a los impulsos sin más no es digno de orgullo, tiendo siempre a buscar el porqué de esa necesidad.
Mi padre tiene esa premisa de que por encima de todo está su libertad. Pero y yo me pregunto: ¿Qué es libertad? Es hacer lo que se quiera y se sienta en cada momento,  suena bien. Pero, y acaso si se lleva al extremo, ¿no nos acaba convirtiendo en esclavos de una necesidad? ¿No la estaremos confundiendo con miedos y no tanto realidad? ¿No nos puede acabar conduciendo al aislamiento y a la profunda soledad?

Hoy he sacado mi propia definición. Libertad es ser fiel a las propias emociones, al propio corazón, pero con un balance de razonamiento como filtro que ayude a sopesar.

martes, 12 de julio de 2016

¡Volveré! Casi 10 años ¿Por qué?

Han pasado casi diez años desde que llegué. Una mochila cargada de ilusión, en busca de una nueva vida. Con nombre de carrera pero sin saber bien qué. Quizás buscando lo que no había encontrado ahí abajo, quizás intentando lograr lo que no había conseguido enfrentar pero sin saber cómo, quizás huyendo de lo que me impedía avanzar. Quizás en la búsqueda de una nueva oportunidad. Dar y recibir de lo que creía que era capaz. Ilusionada por vivir. Eso era.


Ha pasado mucho tiempo, y no me arrepiento de nada. 

Pero sé que buscaba un atajo que no sólo no fue tal sino que no estuvo exento de problemas. Podría haber sido mas facil, pero ahora, que lo sé. Duro, bonito a la vez.

Madurar, al fin y al cabo, es lo que aparte de un título -o más de uno-, mil vivencias y media vida, me llevaré si algún día consigo volver.
No me arrepiento de nada, era mi destino y lo he construído queriendo. Pero quiero volver y no sé.
Volveré, eso creo. Pero siendo la mujer en la que me he convertido, habiéndome encontrado, enfrentado esa huída y aprovechado al cien por cien. Esa oportunidad que buscaba. No más huídas, no más porqués. 

Mi tierra, mi sol, mi familia. Volveré. 

Con mis objetivos cumplidos. Volveré.


miércoles, 6 de julio de 2016

Nostalgia. Te quiero. Lo sé.

El tiempo inexorablemente pasa. Cada momento es efímero. Nostalgia.
Cuanto he aprendido. Cuanto me quedará por aprender.
Bonito y triste a la vez.
He pasado por nuestra casa, y sé que te vuelvo a querer. Pasaba feliz, vibrando, despierta.
Pero siempre te echaré de menos, lo sé.
Tengo mucho que ofrecerte, por favor, espérame.
Si no aquí, en otra vida, nos volveremos a ver. Fuiste el amor de mi vida.
Te quiero, otra vez.

miércoles, 8 de junio de 2016

Para Cuándo Qué

Te encuentro entre la multitud, en las caras de la gente, repito tus frases sin querer y me acuerdo de ti. Te nombro. Veo tu letra escrita y vuelvo a llorar. Qué puedo hacer...
Elegí renunciar y aún te echo de menos a diario. Dicen que depende mí y que solo es una obsesión, puede ser. Lo cierto es que te extraño y nadie llena ese vacío. Y no sé que hacer...
A veces quisiera decírtelo, otras trasladarme al futuro por una milésima de segundo por si ya te he olvidado del todo o estamos comiendo perdices. No sé...
Sí, en realidad sí lo sé, y no quiero aceptarlo. Me olvidaste. Renuncié. Para Cuando Qué....

martes, 8 de marzo de 2016

Come, Reza, Ama

No me llamo Julia, no tengo el pelo rizado ni soy actriz de Hollywood. Sin embargo, empatizo tanto con la historia de esta película que a menudo me creo la protagonista.
Ruptura con la opulencia, el postureo y la seguridad. Emprender un viaje lleno de risas y lágrimas, entretenerse por el camino con aventuras de veinteañera. Ir lejos, muy lejos. Vaciarse para llenarse. Perderse para encontrarse. Cansarse para valorar el descanso, tener hambre para disfrutar la comida. Sentirse distinta. Meditar, descubrir la magia de la quietud. Bali... Ketut... esos inolvidables paseos en bici entre palmeras. Esa persona especial que no quiero dejar entrar por miedo a perder el equilibrio alcanzado.
Casi estoy llegando al final de mi película, y como Julia, me pregunto ahora si debería hacer caso a Ketut y encajarlo en mi vida.

jueves, 28 de enero de 2016

Tras un repaso a Facebook

Se puede decir que mi vida no está teniendo una trayectoria convencional. A veces es algo que asusta. No tengo casa propia ni pareja estable, vivo alejada de mi familia, dejo en segundo plano la profesión que más dinero se supone que da y no tengo grandes planes a medio- largo plazo.
Sin embargo, creo que es el camino que yo necesito seguir por el momento, en el que me siento cómoda y el que me llevará hacia, sino una meta compatible con mi ideal, al menos la aventura y el aprendizaje que sueño con tener. Cada vez estoy más convencida de que "pegarle a la adrenalina", vivir un poco a la deriva y tener millones de experiencias que contar, que me hagan una persona sabia, humilde, fuerte y llena de buenas emociones, es mi verdadera meta.

La felicidad empieza en el momento en que te aceptas y respetas todo eso "raro" que estás escogiendo, porque por algo será.

miércoles, 20 de enero de 2016

...que tu mente quiera lo mismo que tu corazón

Así termina mi práctica de yoga de hoy. Frase inspiradora cuanto menos.

Tras haber estudiado un poco sobre el tema, desde un punto de vista algo más científico y haberlo vivenciado en mis propias carnes, francamente creo que mi monitora estaba enviándonos un bonito y revelador deseo. Me atrevo a decir que pieza clave del sentido de la vida.

Y es que dejarse llevar por el corazón no termina de llenarnos si la mente acecha constantemente. Y mucho menos seguir a la cabeza cuando hay algo profundo que te lleva hacia otro lado.

Coherencia cabeza-corazón, eso os deseo hoy yo.
Namaste.

lunes, 11 de enero de 2016

A tí. Otra vez.

Estoy feliz, pero me sigues faltando. Sueño contigo, me despierto reviviendo nuestros amaneceres, para después volver a recordar que todo eso pertenece al pasado y ya no volverá.
Te quiero, a pesar de los gestos feos y palabras duras de la última visita, que me devuelven una y otra vez a la realidad.
Tengo que aceptar que un día te eché y ahora no hay marcha atrás. Lo sé,  ha pasado mucho tiempo. ¿Y qué?
¿Acaso alguna vez dejaré de querer despertarme a tu lado y olvidarte del todo, para querer a otro corazón de la misma manera?
Me merezco este castigo, pero no pude hacer otra cosa que alejarme de tí para encontrarme a mí. Así tuvo que ser.
Aunque no esté preparada, seguiremos nuestros caminos, seguramente cada uno el suyo.
El destino hará su trabajo.
Postdata: Te quiero.

sábado, 9 de enero de 2016

Los altillos de mi armario de Hermosilla

Miro encima del armario de mi habitación de Hermosilla, congestionado por bolsas de ropa y maletas, y me desagrada. Y pienso lo que miles de veces he repensado: Necesito más espacio, una casa para mí, quizás un trastero, o un vestidor. -O bien tener menos, pero, ¿no puedo?
He de reconocer que este es para mí un ítem del éxito: una casa cómoda, bonita y espaciosa donde tenerlo todo "perfecto". No dudo que eso me guste y acabe tendiendo a conseguirlo.
Sin embargo, no quiero olvidar lo que he aprendido y que tanto me ha ayudado a combatir la frustración y a recordar lo importante. Y para ello me formulo las siguientes preguntas: ¿Acaso era yo más feliz cuando lo tenía? ¿acaso supe valorarlo y cuidarlo al cabo del tiempo? ¿o más bien incrementaban mi nivel de exigencia para generarme de nuevo frustración? ¿puede ser que mi solución sea siempre cambiar y partir de cero porque me resulte más fácil que reordenar?
Aún quedan preguntas por responder. Pero sin dejar de lado mi camino, sé que encontraré las respuestas y, quizás, el lugar donde sentirme cómoda casi siempre aunque cada día tenga un aspecto diferente.