sábado, 24 de agosto de 2013

La historia del limpiabotas

Hace unos días me contó mi padre algo que le había sucedido, y me conmocionó. Me demostró una vez más, uno de sus muchos valores. Toda una lección de humildad, compasión e inteligencia.
Mientras caminaba por el centro de la ciudad se cruzó con un señor que se dedicaba a limpiar zapatos, una profesión prácticamente extinguida. Sin pensarlo dos veces, solicitó amablemente sus servicios. Para sorpresa del trabajador, encontró que los zapatos de mi padre estaban relucientes e incluso le advirtió de que era innecesario. Sin embargo, mi padre insistió en que los limpiase y el señor accedió. Muy lejos de ser arrogante, exigente o querer aparentar, aprovechó este momento mi padre para enaltecer enormemente el trabajo que el limpiabotas realizaba. Le transmitió la valía y la belleza de su profesión, la importancia de ganarse la vida con honradez y dedicación.
Se fue el señor con una grata sonrisa y cara de satisfacción.
Y es que, en cuestión de personas no hay niveles ni alturas. Todo el mundo tiene valor por encima de su posición. Y no hay nada más bonito que recordarlo a quien pueda sentirse inferior.


La belleza de lo imperfecto

Hoy, observando la catedral de mi tierra desde una terraza cercana, me di cuenta de que a pesar de no ser la más conocida ni arquitectónicamente apasionante, es preciosa. Quizás sería más correcto decir que a mí me encanta, pues para gustos los colores. Y me encanta decirlo, sobretodo porque no solamente no es la mejor del mundo sino que nisiquiera está completa, por hazañas de la historia, le falta una torre. Tanto así, que se conoce como "la manquita".
Y vuelvo a repetir, sin embargo, me gusta. Y yo, con mi punto filosófico no puedo evitar hacer la correspondiente comparativa.
Nos pasamos la vida buscando vidas -valga la redundancia-, lugares, trabajos, cuerpos, parejas "perfectas", pero para nuestra desgracia no siempre nos harán felices. Y es que con tanto ideal mental nos olvidamos de que lo único perfecto que hay que buscar son las SENSACIONES que todo ello nos genere. Suerte cuando todo concuerde.


martes, 20 de agosto de 2013

Empieza la aventura

Boliqueime. 15.05 hora española. 34 grados a la sombra. Sin wifi ni red y mi amiga no aparece. Tras hacer un primer sondeo sobre si estoy en el lugar exacto me dispongo a buscar un teléfono público dejando una nota en el coche por si mi amiga llega mientras tanto.... una cabina! Algo que para mí habia pasado mucho tiempo desapercibido pasa a ser casi de primera necesidad para mi supervivencia en el país vecino. Para mi suerte, la encuentro y más afortunada aún, da línea! Consigo hablar con mi amiga, perdida pero de camino hacia aquí. Y ya más calmada mientras espero a que llegue, me detengo a observar el entorno que me rodea y a darme cuenta de lo fácil que es todo en la tierra de uno y lo fascinante, atractivo pero complejo que resulta ser foráneo y aventurero. Pero me gusta.


sábado, 10 de agosto de 2013

El monje que vendió su ferrari

Hoy vengo a recomendar este libro que da título a mi post. No creo que sea la primera vez que lo menciono, pero esta vez se merece una publicación exclusiva.
Ofrece todo un repaso a los valores esenciales de la vida y algunas técnicas espirituales para integrarlos. Sin llegar a ser una lectura de autoayuda, te enseña paso a paso cuáles son los aspectos que debes tener presente para vivir la felicidad más pura.
Dominar la mente, seguir tu propósito, vivir el presente o practicar la disciplina son algunos de los pilares.
Reconozco que no soy gran lectora y me cuesta aplicar de verdad las técnicas que propone, pero aún así no he podido dejar de releerlo porque no tiene un ápice de desperdicio.
Totalmente Recomendable!


Decisiones

Hay momentos en la vida que o tomas decisiones o la vida las toma por tí. Se puede esperar a que mágicamente se sucedan los acontecimientos, pero ni esto siempre se produce cómo y cuando uno quiere, ni te da la sensación de estar dirigiendo de verdad tu vida. Eso sí, es probable que nos obsesionemos por tomarlas en un momento determinado y no siempre es el acertado, y posiblemente cuando dejemos de darle vueltas como locos y nos relajemos, nos sentiremos preparados para hacerlo.
Hay quien se pasa la vida huyendo, aplazando, adornando, todas las formas posibles para evitar tomarlas, y todos tendemos a hacerlo en un momento determinado. Pero la vida, que da tregua pero no olvida, te lo pondrá en el camino una y otra vez, de manera que antes o despues, te obligará a enfrentarte.
Pero como siempre digo, todo tiene su lado bueno y su lado malo, y esto de tomar decisiones suele compensar con creces, por el simple hecho de sentirte dueño de tu vida.
Así que recuerda: Sé honesto contigo mismo, decide, y serás libre.


jueves, 1 de agosto de 2013

La S de Madrid

Me da pena la gente que se traslada a la capital, adquiere un buen trabajo y se les sube a la cabeza. Esa gente que, bien por pudencia economica o por vivencias que estimularon su ego en un momento determinado, creen haberlo visto, sabido y vivido todo. También conocido por Estar pasado de vuelta. 
Además de aprender a pronunciar la S al final de las palabras, consideran ser Súper Selectos. Superiores. Solteros. Solitarios. Subnormales. De ahí el título de hoy.
Un género cada vez más común entre la sociedad y al que muchos aspiran a ser, sin darse cuenta de que a menudo acumulan más miserias personales que éxitos socioeconomicos y laborales.