lunes, 6 de mayo de 2013

Las cosas sencillas

Nos pasamos la vida estudiando y trabajando para adquirir una buena casa, un coche, ropa y más ropa, muebles, bolsos, tecnología... Y resulta que nacemos y morimos desnudos... Y que las cosas que más felices nos hacen sentir no se pueden pagar con dinero... están en la naturaleza, en uno mismo y en las personas con las que la compartes.
Tampoco es que yo sea muy mayor, y no me gusten los buenos restaurantes, los coches de diseño, o las terrazas más selectas de cualquier ciudad, pero la experiencia me va demostrando que los más felices y auténticos hasta el momento vividos, casi siempre han sido bastante sencillos... un camino de santiago sin mirarme al espejo y con la ropita justa ... largas horas en tren cruzando Europa en un Interrail... o acampar en una playa portuguesa una noche de verano...
No digo que darse a la vida hippie sea la vía para ser feliz, pues todo se puede disfrutar, pero que buscar la satisfacción en cosas materiales te aporta un bienestar ciertamente efímero.
Cosas como sentir la arena de la playa en la espalda, escuchar las olas romper... zambullirse en el mar en un día de calor... tumbarse mirando al cielo en una noche de verano... sentir la brisita, escuchar los grillos y ver las nubes pasar ... un beso que sale natural... una buena conversación... las notas de una guitarra ...o una canción...
Cada cual tendrá sus preferencias... pero sea cual sea, lo importante es no dejar de hacer todo eso que nos hace sentir de verdad...


No hay comentarios:

Publicar un comentario