martes, 17 de noviembre de 2015

Una tarde de otoño en Madrid

a) Para un día que puedo dormir algo, que todos los días estoy agobiada de allí para acá,  me despierta el ruido de la Calle Alcalá. ¡En esta ciudad no se puede vivir tranquilo! Encima en este sofá incómodo de palo, si es que maldito el momento en que decidí romper mi comodidad para acabar viviendo en un piso compartido.  ¡Qué desgraciada soy!

b) Esta tarde he tenido la gran suerte de dormir una plácida siesta otoñal, mantita suave, y despertar despacito por la trompeta de un músico callejero que hoy ha decidido situarse junto a mi edificio. Suena bonito. Eso sí,  el sofá es un poco incómodo, pero en un tiempo comprare uno a mi gusto. Algún pensamiento inquietante viene a mí,  pero elijo ignorarlo en ese momento para disfrutar de lo especial que este nueva tarde, que no volverá, me está ofreciendo. Saco una sonrisa de satisfacción. Estoy en calma. ¡Soy feliz!

...Sólo tú decides que vida quieres vivir...

Observa. Acepta las cosas tal y como son. Focaliza tu atención en la belleza. No desperdicies tu tiempo.


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