jueves, 26 de septiembre de 2013

Lecciones de vida

Septima planta del Hospital Materno Infantil. Lágrimas sinfín tras el cristal de la sala de espera. Por lo que acabo de rechazar, por lo que dejo atrás. Una prueba más en el camino.
Un instante después reflexiono sobre lo que tengo a mi alrededor y me doy cuenta de que no tengo derecho siquiera a estar así. Pacientes de oncología ginecológica fluctúan a mi alrededor. Esa gente no tiene opción de elegir su situación. Yo sí.
Y una vez más me pregunto si todo pasa por algo porque no sólo estar allí es una pequeña lección de perspectiva vital. También me hace recordar que hace 12 años fue este precisamente el lugar donde debuté como enfermera. Donde aprendí que no todo era tan fácil pero que con corazón, coraje y confianza se puede.
Hoy lo vuelvo a sentir.


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